En la actualidad numerosas aplicaciones empresariales se desarrollan siguiendo una arquitectura orientada a servicios. Una de las actividades asociadas a este proceso es el despliegue el cual debe realizarse sobre varios entornos adecuados a las necesidades de cada fase del desarrollo. Dichos entornos se caracterizan por ser heterogéneos y distribuidos. En la mayor parte de los casos el despliegue se realiza de forma manual siendo una tarea costosa y que genera numerosos errores existiendo una necesidad de encontrar alguna solución que facilite dicha labor. En este artículo se propone emplear una ontología mediante la cual se caractericen los elementos involucrados en el despliegue de servicios considerando sus propiedades funcionales y no funcionales con el objetivo de realizar un despliegue óptimo adecuado a las características del entorno de desarrollo concreto sobre el que se trabaja.